Estoy en mi primer día de vuelta de unas siempre cortas vacaciones, y obvio, el ánimo anda por el suelo, porque tuve que volver a levantarme temprano, a andar apretadito oliendo humanidades ajenas en el metro de esta ciudad, a ponerme el traje de empleado público de nuevo, etc. Pero no quiero que esta columna sea uno más de mis lamentos, sino lo contrario, quiero dar soluciones a quienes podrían sufrir de este síndrome postvacacional (ojo, ya es catalogado como un síndrome…).
Según http://www.capitalemocional.com/ABE/postvacacional.htm , el síndrome postvacacional describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones. Esta inadaptación conlleva una serie de síntomas en forma de desequilibrios físico-psíquicos, que se reflejan en el estado de ánimo como reacción de rechazo al trabajo tras un período más o menos prolongado de vacaciones.
Estos síntomas pueden situarse próximos a la depresión, irritabilidad, astenia, tristeza, apatía, ansiedad, insomnio, dolores musculares, tensión, nauseas, extrasístoles (palpitaciones), taquicardias, sensación de ahogo y problemas de estómago, entre otros.
¿Tiene alguno de estos?, vamos por parte con el fin de dar soluciones al problema:
Depresión: Mire alrededor y no tendrá ninguna duda que habrá gente que está más cagada, que debe más dinero, que está más enferma, que está más insatisfecha con su vida y es más amargada que usted. Claro que si trabaja cerca de algún Ned Flanders, se jodió.
Irritabilidad: No hay mejor terapia que el desahogo y para ello tiene múltiples caminos; si es jefe, trapee el piso con algún subordinado; si es subordinado, desquítese sin piedad con la persona encargada del aseo; si usted hace el aseo inutilice su escoba golpeando la cabeza del gran jefe. Quizás duela, pero sentirá un relax profundo y garantizado. Y si su jefe se enoja demasiado, tendrá vacaciones instantáneamente.
Astenia: Si usted sufre sensación de debilidad y falta de vigor, inequívocamente sufre de astenia. Para esto nada mejor que comenzar el día junto a un café bien cargado, almorzar con medio litro de alguna bebida energética, si es adicto a la cocaína mejor aún. No apto para cardíacos. Si la falta de vigor persiste en la noche, consulte con su sexólogo de cabecera.
Apatía: Hay una frase: La apatía es el guante en que el mal y la envidia introducen la mano. Mejor sáquese el guante y directamente vuélvase una mierda con todo el mundo, le aseguro que alguien reaccionará y a golpes lo sacará de su apatía.
Insomnio: Si no puede dormir en su casa y llega cansado al trabajo, la solución es sencilla: duerma en su trabajo. En el baño, debajo del escritorio, en los asientos traseros de su auto. Sólo lleve consigo una carpeta para que parezca que acarrea documentación importante para cuando vuelva.
Dolores musculares: Hable con alguna compañera de trabajo que esté a su alcance (si quiere también puede ser un compañero, lo que a usted le plazca) y pídale un relajante masaje, ella o él entenderá que su petición es sólo para mejorar la productividad laboral… Si la persona no lo entiende así, sea directo y dígale que quiere algo más… lo que importa es su relajamiento.
Nauseas: Vomite sobre el plan de trabajo del año en curso, créame que además de sentirse aliviado podrá retrasar en algo esa maldita reunión de trabajo, ya que le aseguro que la impresora seguirá mala (el hueón de informática estuvo de vacaciones todo el verano…) y otra copia del plan demorará un tiempo.
Extrasístoles y Taquicardias: Los corazones de cerdo en el futuro serán una excelente opción, si el suyo ya no sirve no desestime la opción que le ofrece la veterinaria.
Según http://www.capitalemocional.com/ABE/postvacacional.htm , el síndrome postvacacional describe una incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones. Esta inadaptación conlleva una serie de síntomas en forma de desequilibrios físico-psíquicos, que se reflejan en el estado de ánimo como reacción de rechazo al trabajo tras un período más o menos prolongado de vacaciones.
Estos síntomas pueden situarse próximos a la depresión, irritabilidad, astenia, tristeza, apatía, ansiedad, insomnio, dolores musculares, tensión, nauseas, extrasístoles (palpitaciones), taquicardias, sensación de ahogo y problemas de estómago, entre otros.
¿Tiene alguno de estos?, vamos por parte con el fin de dar soluciones al problema:
Depresión: Mire alrededor y no tendrá ninguna duda que habrá gente que está más cagada, que debe más dinero, que está más enferma, que está más insatisfecha con su vida y es más amargada que usted. Claro que si trabaja cerca de algún Ned Flanders, se jodió.
Irritabilidad: No hay mejor terapia que el desahogo y para ello tiene múltiples caminos; si es jefe, trapee el piso con algún subordinado; si es subordinado, desquítese sin piedad con la persona encargada del aseo; si usted hace el aseo inutilice su escoba golpeando la cabeza del gran jefe. Quizás duela, pero sentirá un relax profundo y garantizado. Y si su jefe se enoja demasiado, tendrá vacaciones instantáneamente.
Astenia: Si usted sufre sensación de debilidad y falta de vigor, inequívocamente sufre de astenia. Para esto nada mejor que comenzar el día junto a un café bien cargado, almorzar con medio litro de alguna bebida energética, si es adicto a la cocaína mejor aún. No apto para cardíacos. Si la falta de vigor persiste en la noche, consulte con su sexólogo de cabecera.
Apatía: Hay una frase: La apatía es el guante en que el mal y la envidia introducen la mano. Mejor sáquese el guante y directamente vuélvase una mierda con todo el mundo, le aseguro que alguien reaccionará y a golpes lo sacará de su apatía.
Insomnio: Si no puede dormir en su casa y llega cansado al trabajo, la solución es sencilla: duerma en su trabajo. En el baño, debajo del escritorio, en los asientos traseros de su auto. Sólo lleve consigo una carpeta para que parezca que acarrea documentación importante para cuando vuelva.
Dolores musculares: Hable con alguna compañera de trabajo que esté a su alcance (si quiere también puede ser un compañero, lo que a usted le plazca) y pídale un relajante masaje, ella o él entenderá que su petición es sólo para mejorar la productividad laboral… Si la persona no lo entiende así, sea directo y dígale que quiere algo más… lo que importa es su relajamiento.
Nauseas: Vomite sobre el plan de trabajo del año en curso, créame que además de sentirse aliviado podrá retrasar en algo esa maldita reunión de trabajo, ya que le aseguro que la impresora seguirá mala (el hueón de informática estuvo de vacaciones todo el verano…) y otra copia del plan demorará un tiempo.
Extrasístoles y Taquicardias: Los corazones de cerdo en el futuro serán una excelente opción, si el suyo ya no sirve no desestime la opción que le ofrece la veterinaria.
Basta de lamentos… arriba las soluciones, amen sus trabajos, fuentes de subsistencia moral y material del ser humano. Yo mientras tanto me voy a comprar un número de lotería, quien sabe lo que pueda pasar…